Los fondos de la UE son una oportunidad única para lograr los objetivos climáticos

La política energética de la UE y la seguridad energética de Europa Central han sido el tema de la 15ª Conferencia de Energía de Europa Central (CEEC), que tuvo lugar en Bratislava el pasado 22 de noviembre. A este evento anual asistieron el primer ministro Eduard Heger, el ministro de Medio Ambiente, Ján Budaj, la directora general de la Sección del Plan de Recuperación de la Oficina del Gobierno, Lívia Vašáková, asi como expertos y representantes de la industria.

Durante la CEEC se han discutido los próximos cambios en el sector energético, con el desarrollo de nuevos sistemas de almacenamiento de energía, y los puntos clave para la lograr la neutralidad de carbono, con particular atención a la reducción de emisiones en las ciudades y la descarbonización en la industria.

En los últimos 30 años, Eslovaquia ha logrado reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 46%. Sin embargo, según datos del 2018 es el sexto peor país de la UE en términos de intensidad de las emisiones de la industria, con un porcentaje del 41% frente a la media europea del 21%.

Según el ministro Budaj, es importante que las empresas del sector industrial adopten la idea de que las inversiones en innovación y modernización no son solo medidas costosas, ya que generan beneficios adicionales.
En este sentido, el primer ministro Heger añadió que la industria es la columna vertebral de la economía eslovaca, subrayando que «las inversiones en la descarbonización de la industria cumplen las dos principales prioridades del Plan de Recuperación y Resiliencia de Eslovaquia, tanto en términos de protección del medio ambiente como en términos de sostenibilidad y viabilidad de la industria».

Por eso, el Estado debe simplificar los trámites administrativos para que las empresas puedan aprovechar subvenciones destinadas a la innovación y al desarrollo de nuevas tecnologías. Hasta ahora, Eslovaquia ha utilizado solo el 32% de los recursos procedentes de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos en el último período de programación. Sin embargo, las inversiones en innovación y tecnología son la clave para cumplir los objetivos climáticos y, al mismo tiempo, facilitar la transformación sostenible de la industria, tal y como señaló Budaj.

La Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono para 2030 es uno de los documentos conceptuales estratégicos para la implementación de la nueva política ambiental. Sin embargo, los dos instrumentos financieros que ayudarán concretamente a la industria eslovaca a cumplir los objetivos de descarbonización son el Plan de Recuperación y Resiliencia y el Fondo de Modernización. El Plan pondrá a disposición aproximadamente 350 millones de euros, mientras que 1.500 millones de euros del Fondo permitirán la transformación de la industria para 2030.
Incluso el Fondo para el Medio Ambiente proporcionará ayudas al sector industrial y energético en Eslovaquia por un importe de 11 millones de euros, casi triplicado con respecto al monto asignado en 2020.

Durante la conferencia, el primer ministro Heger confirmó el compromiso de Eslovaquia en la descarbonización, la reducción del uso de gas natural, el desarrollo de fuentes de energía renovables y el apoyo a la electromovilidad. En las condiciones de Eslovaquia, la energía nuclear es necesaria para la transición a una economía libre de carbono, dijo Heger, quien enfatizó que la tecnología del hidrógeno también tiene futuro.

__________________

Foto: JuergenPM CC0
 

Sé el primero en comentar

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.