El pasado sabado 19 de junio, la presidente slovacca Zuzana Čaputová y el presidente húngaro János Áder inauguraron el renovado Castillo Rákóczi, ubicado en el pueblo de Borša (región de Košice), muy cerca de la frontera con Hungría.
El proyecto de renovación fue aprobado hace ocho años por el entonces presidente eslovaco Ivan Gašparovič y Ader, pero en realidad se inició en 2018, por un monto de 8,7 millones de euros.
Hungría asumió la mayor parte de los costes, mientras que Eslovaquia aportó su propia contribución a nivel burocrático. La renovación del castillo también fue subvencionada con fondos de la UE.
Según Čaputová, el castillo de Rákóczi es un símbolo de la unión de dos Estados que comparten siglos de historia común y valores, lo que es «mucho más importante en la UE que las fronteras estatales y las diferentes visiones del pasado».
Áder también subrayó la importancia del castillo como lugar de encuentro entre el pasado y el presente.
El pueblo de Borša es famoso por ser el lugar de nacimiento de Francisco II Rákóczi, el Príncipe de Transilvania y de los Estados Confederados por la Libertad del Reino de Hungría que lideró el levantamiento húngaro contra el Habsburgo en 1703-11. Hoy se le considera un héroe nacional en Hungría.
En palabras de la presidenta Čaputová fue también “una personalidad de nuestra historia común”, pues lideró la mayor revuelta anti-Habsburgo y luchó por la abolición de la servidumbre y la libertad religiosa.
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Foto: Zuzana Čaputová (Fb)
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