El ministro del Interior Robert Kaliňák ha anunciado que la presencia policial en las calles de Eslovaquia se ha duplicado después del ataque terrorista en Berlín, como medida habitual después de un atentado. Al mismo tiempo, Kaliňák asegura que no hay información sobre posibles peligros para el país.
Las patrullas en servicio en las carreteras de Eslovaquia son normalmente 300, pero ya para el período de Navidad, el contingente se había aumentado a 500. Después de los últimos acontecimientos en Berlín, el número se ha incrementado hasta casi mil. Particularmente vigilados serán los centros comerciales y los mercados de Navidad, y en general todos los lugares con una alta concentración de personas.
Los controles en la frontera con la República Checa y Austria se intensificarán durante todo el período de las festividades y se recogerán informaciones para intercambiar con los países vecinos.
Eslovaquia también ha asegurado su disponibilidad para prestar asistencia a Alemania con sus servicios de inteligencia.
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Foto: minv.sk
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