Moody’s confirma la calificación A2 para Eslovaquia con perspectiva estable

La agencia de calificación estadounidense Moody’s confirmó la calificación A2 para Eslovaquia con perspectiva estable.
La relativa resiliencia de la economía nacional frente a la crisis pandémica y las sólidas perspectivas de crecimiento al final de la pandemia se consideran dos factores clave en la evaluación, junto con una deuda pública moderada y riesgos moderados en el sector bancario.

En 2020, Eslovaquia registró una contracción económica del 4,8% del PIB, que es la peor cifra de los últimos diez años, pero ha enfrentado la crisis económica mejor que otros países de la UE. De hecho, dentro de la Unión, la contracción económica ha superado, en promedio, el 6% del PIB.

La producción industrial a principios de 2021 volvió a los niveles previos a la pandemia, mientras que las exportaciones de bienes en el cuarto trimestre de 2020 registraron un aumento interanual.
El sector automotriz, que representa alrededor de un tercio de las exportaciones, ha experimentado un aumento en las exportaciones de vehículos eléctricos e híbridos. El consumo privado también se mantuvo en niveles más altos que en otros países europeos.

Moody’s prevé que el crecimiento de la economía eslovaca, después de una contracción moderada en el primer trimestre de 2021 debido a la segunda ola de la pandemia, alcanzará el 4,1% del PIB en 2021 y el 5,2% en 2022.

Los factores clave para la recuperación del país serán el aumento de la demanda interna y externa y la financiación proporcionada por la UE en el marco del Plan de Recuperación.
Eslovaquia debería recibir fondos de la Unión correspondientes a aproximadamente el 8% del PIB en 2018, destinados a mejorar la educación, la investigación y el sistema sanitario, así como a fortalecer el Estado de derecho y continuar la lucha contra la corrupción.

Se trata de reformas e inversiones que requerirán una gran capacidad de implementación por parte del Gobierno, como también admitió recientemente el primer ministro Eduard Heger. Entre los Estados miembros de la UE, Eslovaquia es, de hecho, el que peor utilizó los fondos estructurales y de cohesión de la UE.

Otro aspecto negativo reportado por Moody’s es el aumento del déficit presupuestario del 1,3% del PIB en 2019 al 6,1% en 2020, debido a las ayudas estatales otorgadas para mitigar el impacto de la pandemia en las actividades económicas. Dado que el gobierno ha prorrogado y ampliado muchas de las medidas anticrisis, se espera un nuevo aumento del déficit presupuestario este año, hasta el 7,8% del PIB.

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Foto: Mathieu Stern CC0

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