El primer ministro Peter Pellegrini ha confirmado hoy tres nuevos casos de infección por coronavirus. Se trata de dos mujeres y un hombre que han estado en contacto con la familia infectada y puesta en cuarentena en su hogar en Kittsee. Sus condiciones de salud no requieren hospitalización.
Así los casos de contagio por COVID-19 suben a 10, mientras que aproximadamente 100 personas han sido puestas en aislamiento después de estar en contacto con pacientes infectados con el virus.
Por eso, el gobierno ha declarado «estado de emergencia» en Eslovaquia a partir de mañana a las 6:00 horas.
El martes 10 de marzo entraron en vigor en Eslovaquia varias medidas preventivas, como la cuarentena obligatoria de 14 días para todas las personas que regresan de Italia, China, Corea del Sur e Irán (bajo pena de una multa de 1.650 euros) y la suspensión de los vuelos hacia y desde Italia.
El Ministerio de Defensa proporcionará hasta 500 militares que ayudarán a la policía a llevar a cabo controles en las zonas fronterizas.
En la municipalidad de Bratislava se ha decretado el cierre hasta el 13 de marzo de guarderías públicas como privadas, centros de preescolar, colegios públicos de primaria y secundaria e institutos en la región de Bratislava como medida de precaución. Las Universidades así como las bibliotecas, museos, filarmónica, conservatorios, teatros o centros de ocio también han cerrado como medida preventiva. Está prohibido organizar eventos deportivos o culturales públicos durante los próximos 14 días.
El mercado de la calle Miletičova en Bratislava permanecerá cerrado desde el 11 de marzo hasta nuevo aviso por precaución. Existe la sospecha de que una mujer que vende ropa, después de regresar de Asia hace unos 10 días, esté infectada por coronavirus. Así lo ha comunicado el alcalde de Ružinov Martin Chren en su página de Facebook, instando a los ciudadanos a no entrar en pánico.
Todas las celebraciones de servicios religiosos serán prohibidas hasta el 23 de marzo, incluidas las ceremonias funerarias. La Iglesia Católica y la Iglesia Evangélica han aceptado las medidas tomadas por la unidad de crisis y han cancelado todas las celebraciones religiosas en las iglesias durante dos semanas. Por el contrario, la Oficina del Consejo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa en Eslovaquia ha comunicado que continuará llevando a cabo los servicios religiosos con ritos tradicionales como besar iconos y beber en común de un cáliz.
El primer ministro Pellegrini ha criticado severamente esta decisión, calificandola de irresponsable y ha amenazado con recurrir a acciones coercitivas para proteger la salud pública. «Estoy sorprendido y decepcionado por esta actitud, la Iglesia está aquí para ayudar a las personas, no para poner en peligro la salud pública y seguir egoístamente las viejas tradiciones», agregó.
«Esto es solo el comienzo, podemos esperar que el número de casos de infección aumente en los próximos días», dijo Pellegrini, quien pide a todos los ciudadanos que adopten un comportamiento responsable y no subestimen la situación.
El gobierno está tratando de encontrar materiales de protección frente al coronavirus, como mascarillas desechables, trajes y guantes de un solo uso. Una empresa que produce camisas en Bánovce nad Bebravou, en la región de Trenčín, ha reconvertido la producción en pocos días para fabricar mascarillas. En los últimos días, se han confeccionado unas 7.000 máscaras en siete institutos penitenciarios eslovacos. Presumiblemente, los detenidos que tienen permiso para trabajar podrán producir 2.400 máscaras por día. El objetivo del gobierno es garantizar la producción diaria de alrededor de 20.000 máscaras.
Eslovaquia comprará dispositivos que permiten realizar la prueba rápida para detectar la presencia de coronavirus. El Hospital de la Universidad de Košice ha comenzado las pruebas y se espera que el hospital de Banská Bystrica comience el procedimiento en poco tiempo. Hoy en Bratislava el personal sanitario ha comenzado a realizar pruebas de coronavirus en el hogar.
El gobierno está considerando cerrar todas las escuelas en Eslovaquia durante 14 días para disminuir drásticamente el riesgo de infección. «La única forma de protección en este momento es no salir de casa», dijo Pellegrini. Además, dijo que podría ser necesario poner en cuarentena a todos los eslovacos que trabajan en el extranjero tras su regreso a Eslovaquia, presumiblemente en el centro de refugiados de Gabčíkovo, en la región de Trnava.
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