Plan de recuperación económica: se llegó a la última etapa

El Plan de Recuperación y Resiliencia de la República Eslovaca que se desarrollará en el país para enfrentar los efectos originados por la pandemia del Covid-19 en la economía será sometido a un procedimiento de revisión y comentarios interministeriales.
Así lo anunció el vice primer ministro y ministro de Finanzas Eduard Heger, quien explicó que el plan, sin duda “el documento gubernamental más debatido en los últimos diez años”, es el resultado de ocho meses de duro trabajo. Expertos, representantes de ciudades, municipios y regiones, representantes de empleadores, diputados y organizaciones no gubernamentales colaboraron en la rápida redacción de un documento que suele tardar dos o tres años.

Ahora los ciudadanos también podrán expresar su opinión sobre las reformas e inversiones previstas en el plan nacional de recuperación, en el marco de un enfoque transparente en la elaboración del documento. El Ministerio, de hecho, está preparando una serie de mesas redondas temáticas, a las que asistirán profesionales, representantes de gobiernos locales, empleadores, sindicatos, ONG, así como representantes de los ministerios involucrados.

Heger explicó que se evaluarán todas las propuestas que contribuyan a mejorar significativamente el plan y sentar las bases «para una economía innovadora, un estado moderno y un país sano y limpio».
El imperativo para Eslovaquia es mejorar la atención sanitaria, construir nuevos hospitales, mejorar la educación, el transporte público, el medio ambiente, desarrollar las habilidades digitales de los ciudadanos, potenciar la investigación y fomentar la innovación, mejorar el acceso de las personas a la justicia, crear un sistema de pensiones estable y sostenible para las finanzas públicas.

El Plan de Recuperación y Resiliencia de la República Eslovaca se basa en cinco prioridades principales:
• economía verde, con una dotación de 2.170 millones de euros;
• educación (800 millones de euros);
• ciencia, investigación e innovación (700 millones de euros);
• salud (1.450 millones de euros);
• administración pública eficiente (1.030 millones de euros).
El plan se divide en 18 partes, que incluyen reformas e inversiones por un total de alrededor de 6.000 millones de euros.

El Ministerio de Finanzas coordina el proceso de elaboración del Plan de Recuperación y Resiliencia, mientras que los ministerios involucrados son los principales responsables del contenido y la preparación de las distintas partes. Eslovaquia tiene hasta el 30 de abril de 2021 para presentar su plan nacional, cuya implementación «requerirá un fuerte apoyo político, determinación, buena capacidad organizativa y mucha paciencia», tal y como subrayó el ministro de Finanzas.

Un plan global para hacer frente a la recesión económica

El Plan de Recuperación es la respuesta conjunta de los países de la UE a la grave recesión económica provocada por la pandemia de coronavirus, con un paquete de estímulo de 1.800 millones de euros.
El objetivo es mitigar el impacto económico y social de la pandemia y hacer que las economías sean más sostenibles y resilientes y estén mejor preparadas para los retos y las oportunidades de las transiciones ecológica y digital.
Con el nuevo presupuesto a largo plazo, la UE pretende aumentar los mecanismos de flexibilidad para garantizar la capacidad de los Estados para hacer frente a la nueva realidad actual y las necesidades del futuro.

Su elaboración se basa en el cumplimiento de los requisitos que impone la Comisión Europea, en primer lugar la destinación de los fondos a fines amplios pero concretos.
El Mecanismo Europeo de Recuperación y Resiliencia es la parte del plan que tiene una mayor dotación, 672.500 millones de euros, que deben ser destinados a apoyar las reformas e inversiones en los distintos países.

Para acceder a los fondos de la UE los Estados miembros deben presentar a la Comisión Europea un paquete coherente de proyectos, reformas e inversiones para el periodo 2021-2023 en seis ámbitos de actuación:

• la transición ecológica;
• la transformación digital;
• el empleo y el crecimiento inteligente, sostenible e integrador
• la cohesión social y territorial;
• la salud y la resiliencia;
• las políticas para la próxima generación, incluidas la educación y el desarrollo de capacidades.

La Comisión evaluará el contenido de los planes nacionales dentro de los dos meses posteriores a su presentación.
Luego emitirá recomendaciones específicas para cada país y seguirá supervisando y evaluando el riesgo de desequilibrios macroeconómicos, sobre todo los causados por la pandemia.

Entre los requisitos previos para una evaluación positiva destacan la coherencia con las recomendaciones específicas para cada país, el fortalecimiento del potencial de crecimiento, la creación de empleo y la resiliencia económica y social del Estado, así como la contribución efectiva a la transición verde y digital.

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Foto: Ministerstvo financií SR (Fb)
consilium.europa.eu

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