La poeta uruguaya Ida Vitale ha sido galardonada con el Premio Cervantes 2018, el máximo reconocimiento que desde 1975 el Ministerio de Cultura concede a “la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española.”
La poeta recibirá el prestigioso galardón en la Universidad Alcalá de Henares (Madrid) el 23 de abril de 2019, fecha en la que se conmemora el fallecimiento de Miguel de Cervantes. Ida Vitale es la quinta mujer reconocida por este premio tras las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013).
El jurado presidido por la escritora y académica de la RAE, Carme Riera, le ha otorgado el premio a Ida Vitale “por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía moderna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y hondo.”
En los últimos años la poeta ha recibido dos prestigiosos reconocimientos literarios en España: el premio García Lorca en 2015 y el Reina Sofía en 2016. El sábado 24 de noviembre recogerá el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en Guadalajara (México).
La poeta uruguaya, nacida en Montevideo en 1923, es la última sobreviviente de la llamada ”Generación del 45”, que reunió escritores uruguayos de géneros y estilos muy disímiles, interesados por autores estadounidenses como Hemingway y Faulkner o europeos como Joyce. Las técnicas narrativas innovadoras utilizadas, como el monólogo interior y el fluir de consciencia, apuntaban hacia la subjetividad, mientras que la nostalgia del pasado, el nacionalismo, la justicia social, los personajes marginales conformaban los ejes temáticos.
Ida Vitale fue profesora de Literatura hasta 1973, cuando la dictadura uruguaya la obligó a exiliarse en México con su marido, el poeta Enrique Fierro. Allí permaneció durante más de diez años colaborando en revistas culturales. En 1984 volvió a partir a Uruguay, donde dirigió la página cultural del semanario «Jaque». En 1989 trasladó su residencia a Austin, Texas. En 2016, después del fallecimiento de su marido, regresó a Montevideo. En la capital uruguaya se dedica a ordenar su biblioteca.
Poeta, ensayista, traductora y crítica literaria (entre sus ensayos destaca Cervantes en nuestro tiempo), Ida Vitale es “una mujer extraordinaria, poeta de ambos mundos, con obra reconocida en España y América Latina. Sobre todo viene de un país que se ha caracterizado por la poesía de las mujeres», dijo el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, ganador del premio Cervantes el pasado año y miembro del jurado.
Ida Vitale es una poeta erudita, pero dotada de una profunda modestia y un humor sutil y fulgurante. Cuando el ministro de Cultura, José Guirao, la llamó para comunicarle que había ganado el premio Cervantes, ella respondió «Los españoles están igual de locos que en la época de la conquista».
Los poemas de la escritora uruguaya se caracterizan por su brevidad y están marcados por la constante búsqueda de la concisión, “una red de significantes de las palabras que no están en la superficie del lenguaje, de ese fondo secular que se pierde o se adormila”, según ha explicado ella misma.
Una poesía esencialista y metaliteraria y un lenguaje puro, preciso, cargado de ironías y sutilezas. “La clave está en la honestad intelectual con uno mismo y con el lector. Primero tiene que salir algo de verdad” del alma, confesó la escritora.
Esto no significa que la poesía deba ser comprometida y tener un carácter social, porque a decir de Ida Vitale de esta manera «ningún poeta ha conseguido el momento más decoroso de la poesía», ni siquiera Pablo Neruda, «cuyos mejores libros no son los políticos».
Fortuna
Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
El poema ha sido musicalizado por Inés Saavedra (video aquí)
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Foto: Pdx123 (CC BY-SA 4.0)
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