“Queremos volver a creer en el Estado”: petición de 165 personalidades a los políticos para una mayor transparencia

La petición “Chceme opäť veriť v štát” (“Queremos volver a creer en el Estado”), firmada por 165 figuras públicas y activistas eslovacos pide a los líderes políticos mayor transparencia en la gestión de las investigaciones sobre el caso Kuciak y en la situación política actual.
Entre los signatarios de la iniciativa se encuentran varios académicos, abogados, empresarios, artistas y representantes de asociaciones civiles y organizaciones no gubernamentales.
La petición hace un llamado a las instituciones a tomar medidas que puedan impulsar el trabajo de la policía, los fiscales y los tribunales, y solicita a la Fiscalía General que realice investigaciones especiales sobre el doble homicidio y todos los casos de supuestos delitos mencionados en el último artículo inacabado de Ján Kuciak.
Además, se solicita la renuncia del jefe de policía Tibor Gaspar y del fiscal especial Dušan Kováčik, con el objetivo de recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones.
La petición se refiere a valores cívicos y morales que deberían ser reconocidos y compartidos por el nuevo gobierno de Peter Pellegrini y contribuir a la construcción de un sólido Estado de derecho.
Entre los organizadores de la iniciativa destacan las ONG Via Iuris, el Instituto para una sociedad bien administrada, la Liga por los Derechos Humanos, Open Society Foundation, Pontis Foundation, Nadácia Zastavme korupciu (Fundación Stop Corrupción) y Aliancia Fair-play. Dichas organizaciones tienen la intención de presentar propuestas para la adopción de medidas para garantizar la independencia, competencia y gestión efectiva de las autoridades judiciales, así como una selección transparente de sus representantes.
Hasta ahora, la petición civil ha obtenido más de 1.800 firmas.
Publicamos el texto completo que se puede leer en eslovaco aquí.

Queremos volver a creer en el Estado
El brutal asesinato de un periodista de investigación y su prometida rompió la frontera inviolable. A partir de ahora, vivimos en un país donde la muerte puede ser el guardián clave de la democracia y sus seres queridos. Las revelaciones de Ján Kuciak se referian a los más poderosos de este Estado y sus posibles vínculos con el crimen organizado, los oligarcas o la corrupción generalizada.
La confianza de nuestros ciudadanos en la capacidad del gobierno para asegurar instituciones, leyes y seguridad independientes ha sido profundamente perturbada por este evento. Es natural que, después de un evento tan traumático, los ciudadanos expresen desconfianza hacia el gobierno y deseen tener una nueva oportunidad de decidir a quién se le confiará el mandato de administrar el país.
Por lo tanto, apoyamos el derecho constitucional fundamental de las personas a protestar libremente. Consideramos que es una expresión auténtica de ciudadanía que resulta de la situación social actual y la necesidad aguda, largamente ignorada, de restaurar el Estado de derecho y las instituciones que protegen el interés público de los intereses de un grupo reducido de poderosos.
El asesinato de Ján Kuciak y Martina Kušnířová no puede subestimarse. Realmente necesitamos respuestas a preguntas sobre quién lo hizo y quién lo ordenó. Cualquier fracaso en las investigaciones o en un juicio justo nos llevará a seguir protestando contra la amnistía de Mečiar u otros crímenes cometidos por personas influyentes que han quedado impunes.
El trabajo de Ján llegó demasiado cerca de los líderes políticos. Muchas versiones de la investigación pueden poner en peligro su reputación y carrera, creando un conflicto de intereses insostenible. Por lo tanto, los funcionarios del gobierno deben crear un espacio independiente para que las autoridades policiales examinen cualquier rastro necesario sin presión ni influencia informal.
La policía y la fiscalía también deben proporcionar las mismas garantías a un número de investigadores o fiscales decentes y competentes. Los hallazgos de Ján Kuciak han revelado claramente lo que los altos vertices de estas autoridades no pudieron ver hasta ahora y lo que la gente ha estado observando durante tanto tiempo a través de varias personas corruptas o expertos de alto nivel que han sido forzados a abandonar estas instituciones. El testimonio del Fiscal Especial Vasiľ Špirko fue la última gota, que dañó totalmente la confianza del público.
La democracia necesita una policía, una fiscalía o una judicatura independientes y en funcionamiento. Sin ellos, el Estado de derecho no puede garantizarse. La muerte de Ján Kuciak y el testimonio del fiscal Špirko son signos de profunda descomposición de este pilar fundamental de la democracia.
Por lo tanto, pedimos al presidente de la policía Tibor Gašpar y al fiscal especial Dušan Kováčik que renuncien y den a sus instituciones la oportunidad de recuperar la confianza de los ciudadanos.
Pedimos a los funcionarios del gobierno que ocupen el puesto de Ministro del Interior con una persona que disfruta de la amplia confianza de la sociedad y tiene un crédito profesional y moral indiscutible.
Pedimos a los responsables en esta situación excepcional que seleccionen policías temporales y fiscales especiales en un proceso abierto con criterios claros y que tengan experiencia demostrada, alta experiencia y un crédito moral indiscutible.
Pedimos a la Fiscalía General que garantice una supervisión extraordinaria de la investigación del asesinato de Martina Kušnířová y Ján Kuciak, así como los casos que ha señalado con la participación no solo del equipo internacional, sino también de autoridades morales y profesionales nacionales ampliamente aceptadas.
Pedimos a la representación política y a las instituciones responsables que creen un espacio en un corto espacio de tiempo para la preparación de tales medidas sistémicas para la policía, la fiscalía y los tribunales, lo que les proporcionará una rehabilitación real y duradera. La reforma en profundidad del componente judicial debería incluir no solo medidas sistémicas para su independencia, alta experiencia y gestión efectiva, sino también para la elección abierta y competitiva de sus representantes. Los representantes de las organizaciones profesionales entre nosotros están listos para presentar un conjunto de propuestas para tales medidas en poco tiempo y para entablar un diálogo sobre su adopción.
Ahora más que nunca, debemos restaurar la confianza en la institución de este Estado y su representación política. Ahora más que nunca, tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos una vez más de que vivimos en un país en el que no perjudicamos a los periodistas por su trabajo.
Queremos saber la verdad. Necesitamos instituciones honorables e independientes y Estado de derecho.
En memoria de Ján Kuciak y Martina Kušnířová.

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Foto: Petra Hurai

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