Recomendaciones de la Oficina de Salud Pública para el uso apropiado del respirador FFP2

El lunes 8 de marzo entró en vigor el uso obligatorio del respirador FFP2 en las tiendas y el transporte público. A partir del 15 de marzo, dicha obligación se aplicará a todos los espacios cerrados, excepto el propio hogar.
La Oficina de Salud Pública  ha publicado un resumen con información básica para la selección y el uso apropiado de respiradores.

Cómo seleccionar el respirador FFP2

Es de fundamental importancia elegir a un vendedor de confianza y evitar las ofertas “sospechosamente baratas” de las tiendas electrónicas.
El respirador no debe tener válvula de exhalación (en la foto abajo) que sí disminuye la sensación de sofocamiento, pero solo protege a la persona que lo usa y no se recomienda en lugares con alto riesgo de trasmisión del Covid-19.

Es recomendable verificar que el respirador esté marcado como FFP2 y que esté acompañado de instrucciones en eslovaco. Es importante señalar que el respirador FFP2 debe cumplir obligatoriamente con la norma EN 149 +A1, y la referencia a esta norma deberá figurar en el marcado del dispositivo de protección. Con esta especificación técnica se marcan los respiradores que superan los requisitos de eficacia filtrante y fuga máxima de partículas hacia el interior.
También hay que verificar la marca CE, seguida de un número de cuatro dígitos que identifica el Organismo Notificado encargado de la certificación del producto. Dicha marca se encuentra en el empaque o directamente en el respirador.

Cómo ponerse y quitarse adecuadamente el respirador

Cabe destacar que si el respirador no cubre adecuadamente la boca y la nariz, no puede proporcionar un estándar de protección muy alto. Por eso, es necesario elegir un tamaño que se adapte bien a la cara. Es posible acortar las bandas de goma con pequeños nudos.
Antes de ponerse y quitarse el respirador lávese bien las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos. Luego, revise si el respirador está en buenas condiciones. Si parece estar dañado, humedo o sucio, reemplácelo con uno nuevo.
Evite que haya vello facial, hebras de cabello, joyas, lentes, prendas de vestir o cualquier otra cosa entre el respirador y su cara que esté impidiendo la colocación adecuada del respirador.

Al ponerse el respirador, no toque el interior y coloque el dispositivo de protección en la mano con la parte que se coloca sobre la nariz situada en las yemas de los dedos, dejando que las cintas ajustables cuelguen a ambos lados de la mano.
Coloque el respirador bajo el mentón, con la pieza nasal en la parte superior.
Tire de la cinta superior, pásela sobre la cabeza y colóquela detras de la cabeza en la zona alta.
Tire de la cinta inferior, pásela sobre la cabeza y colóquela debajo de la anterior, a ambos lados del cuello, por debajo de las orejas, sin cruzar las bandas una sobre la otra.
Ponga las yemas de los dedos de ambas manos en la parte superior de la pieza de metal que cubre la nariz y moldéela para adaptarla a la forma de la nariz.
Inhale profundamente para revisar si el respirador se ajusta totalmente a su cara y el aire no se filtra alrededor de la nariz. Si no hay ninguna fuga, el respirador se pega a la cara debido a la presión negativa.
Con un respirador bien ajustado los anteojos no deberían empañarse.

La Oficina de Salud Pública puntualiza que el uso del respirador no reduce el oxígeno ni impide que se expulse suficiente dióxido de carbono.

Quítese el respirador halando la banda inferior sobre la parte de atrás de la cabeza y haciendo lo mismo con la banda superior. Es muy importante NO TOCAR la parte de adelante del respirador, que puede estar contaminada, y no colocar el dispositivo sobre las superficies circundantes. El respirador debe botarse en bolsas de plástico destinadas a desechos y, posteriormente, en contenedores de residuos municipales. Luego lávese bien las manos.

¿Se puede reutilizar el respirador?

Los respiradores reutilizables suelen estar marcados con la letra «R». A menos que el fabricante indique lo contrario, el respirador FFP2 podrá utilizarse ocho horas como máximo, en condiciones normales.
Es recomendable botar el respirador tras su uso prolongado en espacios cerrados y atestados de gente o mal ventilados. El respirador utilizado por unos minutos y manejado correctamente puede ser reutilizado. Sin embargo, es aconsejable dejar pasar de tres a cinco días para minimizar el riesgo de contaminación.
En general, no se recomienda frotar el respirador con desinfectante o colocarlo en el horno o el microondas, ya que esto compromete la integridad del dispositivo. Además, colocar un respirador con piezas metálicas en el horno microondas puede suponer graves riesgos para la seguridad de las personas.

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Foto: Tumisu CC0
HolgersFotografie CC0

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