ÚRSO, la autoridad de control de las industrias de red, ha anunciado que el coste de las facturas domésticas se reducirá en 2017 en un 4,3% para la electricidad, en un 2,6% para el gas y en un 5% para la calefacción urbana. Los costos para el suministro de agua se mantendrán en cambio estables.
Las tarifas de energía eléctrica serán más bajas gracias a la introducción de contadores que miden el consumo real.
Las familias podran ahorrar unas decenas de euros al año, según el tipo de tarifa:
– un promedio de 31,78 euros para la tarifa D1, que se aplica generalmente a pequeños apartamentos con necesidades energéticas hasta 1.000 kWh;
– unos 68 euros para la tarifa D2, que incluye las viviendas que consumen hasta 2.300 kWh.
Los consumidores que utilizan gas para calentar el agua y la vivienda (tarifa D3) ahorrarán unos 23,72 euros al año.
Los que utilizan el gas sólo para el agua caliente tendrán una reducción de unos 18,84 euros al año.
Las industrias también pagarán menos: las grandes empresas podrán ahorrar hasta un 16,44% por año, debido a la evaluación de los costes efectivos de distribución y transporte.
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Foto: Pixabay
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