Remišová: la transformación digital puede ayudar a la recuperación económica

Los ministros de los Estados miembros de la UE responsables del sector de la información debatieron por videoconferencia asuntos relacionados con el papel de la comunicación y la tecnología, tanto en la lucha contra el coronavirus como en la fase de recuperación de la economía.
Durante la reunión, a la que asistió la Viceprimera Ministra de Inversión e Informatización Veronika Remišová como representante de Eslovaquia, no solo se discutió el impacto de la pandemia en la vida económica y social, sino también los desafíos planteados por la transformación digital de amplios sectores de la sociedad.
«Nunca hemos experimentado una situación similar en nuestra historia hasta ahora, por lo que la comunicación mutua y el intercambio de las mejores prácticas constituyen la clave para encontrar soluciones efectivas que puedan mitigar el impacto sin precedentes de la pandemia en nuestra sociedad y nuestra economía», dijo Remišová.
Las tecnologías digitales pueden ofrecer una valiosa contribución gracias al desarrollo de aplicaciones para el rastreo de personas potencialmente infectadas, lo que permitiría controlar constantemente el estado de salud de la población y reducir el impacto negativo de la propagación del virus en la economía.
Durante la discusión con los ministros de la UE, la Viceprimera ministra Remišová dijo que Eslovaquia apoya la búsqueda de una solución para el rastreo de contagios a nivel europeo con la participación de todas las partes interesadas, en pleno respeto de los derechos humanos fundamentales y los valores europeos y con la cooperación mutua entre Estados y empresas. “Cualquier aplicación debe ser transparente y debe cumplir con los requisitos de privacidad en el proceso de gestión de datos, así como la interconexión de las soluciones tecnológicas», dijo Remišová.

La pandemia ha hecho aún más evidentes las deficiencias que caracterizan al mundo empresarial en términos de equipos digitales. Para permitir la recuperación económica y salvar empresas y empleos, es esencial poner en marcha un proceso de digitalización amplio y extendido.
Pero también es necesario promover una «cultura digital», enfrentando la resistencia de las empresas a trabajar de forma remota y favoreciendo la difusión de plataformas para videollamadas y aplicaciones útiles para llevar a cabo el llamado smartworking, el “trabajo inteligente”.
Durante la reunión de los ministros de la UE, se ha subrayado que los efectos de la pandemia ya se han mitigado mediante el uso de diversas herramientas y soluciones digitales, tanto en el ámbito laboral como de la educación. Varias actividades comerciales han continuado operando en línea y, por parte de los consumidores, hubo un fuerte aumento de las compras por Internet.
Sin embargo, para mitigar el impacto negativo de la pandemia en las actividades económicas, es necesario proporcionar servicios electrónicos de calidad a los ciudadanos y garantizar el acceso a Internet de alta velocidad para todos, en cualquier momento y en cualquier lugar.
«La pandemia de COVID-19 ha demostrado que la transformación digital se ha convertido en una prioridad para muchos gobiernos», dijo Remišová, quien agregó que, además de la alta disponibilidad de Internet, se debe prestar atención a la fiabilidad y seguridad de la conexión.
La transformación digital no solo implica la adopción de nuevas tecnologías, sino también una profunda transformación de la gestión empresarial y, en general, la integración y participación de todo el sistema involucrado en el proceso digital. Se trata de un proceso que requiere transparencia, intercambio e inclusión de todos los participantes y que puede iniciarse con éxito sólo gracias a la difusión de una «cultura digital».

Los países de la Unión Europea han adoptado una orientación común con respecto al uso de aplicaciones móviles que permiten el rastreo de contactos, con soluciones destinadas a minimizar el procesamiento de datos personales, como se indica en el documento elaborado el 16 de abril según recomendaciones de la Comisión Europea.
El conjunto de instrumentos de la UE para las aplicaciones de rastreo de contactos y alerta está acompañado de una serie de directrices destinadas a garantizar la protección constante de los datos de los ciudadanos europeos, de conformidad con las normas europeas sobre protección de datos personales. Estas directrices también establecen los principios generales que deberían guiar el desarrollo de nuevas aplicaciones y el uso posterior de datos por parte de las autoridades nacionales de salud, así como los requisitos esenciales de las aplicaciones.
Entre ellos, la instalación voluntaria, la interoperabilidad en todos los países miembros de la UE, para que los ciudadanos estén protegidos incluso cuando crucen las fronteras, y la adopción de las últimas soluciones tecnológicas, basadas en la tecnología de campo de proximidad de Bluetooth. Dicha tecnología permite alertar a quienes hayan estado cerca de una persona infectada durante cierto período de tiempo para que se sometan a pruebas o se aíslen, pero no permite la geolocalización, es decir el rastreo de la ubicación de las personas, y no revela la identidad de las personas infectadas.
Actualmente, un grupo de 130 científicos y 32 de empresas e institutos de investigación de 8 países han iniciado un proyecto que cumple con estos requisitos. Se trata de Pepp-Pt (Pan-European Privacy-Preserving Proximity Tracing), una aplicación que permite detectar las personas infectadas por el coronavirus, sin geolocalización.
La aplicación, de hecho, no registra ninguna información personal u otros datos que permitan la identificación del usuario.

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Foto: geralt CC0
vicepremier.gov.sk
ec.europa.eu

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