Los resultados oficiales confirman que el partido OĽaNO («gente corriente y personalidades independientes») ha marcado una victoria histórica sobre Smer.
El partido opositor anticorrupción de centroderecha, liderado por Igor Matovič, ha ganado las elecciones legislativas con el 25,02% de los votos, por delante de los socialdemócratas del gobierno saliente.
El primer ministro Peter Pellegrini, reconoció la derrota de su partido Smer-SD, que obtuvo apenas el 18,29% de los votos, y felicitó al ganador. En sus palabras, Matovič ha sido capaz de realizar una «campaña de marketing» muy eficaz que le permitió convertirse en la primera fuerza parlamentaria. Sin embargo, eso «no es suficiente para gobernar» agregó Pellegrini.
Sme Rodina («Somos familia») consiguió el 8,24% de los votos. El partido derechista dirigido por el empresario Boris Kollár y conocido por su populismo y la oposición a la inmigración, se consolida como la tercera fuerza en el Parlamento eslovaco.
El partido de extrema derecha ĽSNS, liderado por el ex gobernador de la Región de Banská Bystrica, Marián Kotleba, obtuvo el 7,97% de los votos.
Progresívne Slovensko, la formación política extraparlamentaria socioliberal, progresista y pro-europea donde militó la presidenta de la República eslovaca Zuzana Čaputová, alcanzó el 6,96% de los sufragios.
Los liberales de SaS (Libertad y Solidaridad), presididos por Richard Sulík, cayeron al 6,22%. Les sigue de cerca Za ľudí («Por la gente»), la recién creada formación centrista del ex jefe de Estado Andrej Kiska, con el 5,77% de los votos.
SaS y Za ľudí, al superar el umbral del 5% requerido para enviar diputados al Consejo Nacional, entrarán en el Parlamento unicameral, mientras que Progresívne Slovensko no ha logrado superar el umbral del 7% exigido para la alianzas.
Ningún otro partido ha alcanzado el porcentaje del 5% requerido para ingresar al Parlamento. Entre las formaciones politicas excluidas, destacan el partido nacional eslovaco SNS, de orientación conservadora, dirigido por Andrej Danko, que obtuvo solo el 3,16% de los votos, y Most Híd, el partido multiétnico, conservador liberal y europeista liderado por Béla Bugár, que alcanzó apenas el 2,05% de los sufragios. Después del recuento del 60% de los votos, Bugár anunció su renuncia al cargo de presidente del partido, declarandose listo para seguir ayudando a la formación política en el futuro, pero sin revelar quién será su sucesor.
La participación en las elecciones generales fue del 65,80 por ciento y superó claramente la de 2016 (59,8 %).
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Foto: Igor Matovič (Fb)
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