El salario mínimo es actualmente un derecho garantizado a los trabajadores en casi todos los Estados miembros de la UE. Algunos países, como Alemania, Irlanda y muchos de los Estados que se adherieron a la UE en 2004 o posteriormente, sólo en los últimos años han introducido el salario mínimo por ley. Seis de los Estados miembros (Dinamarca, Italia, Chipre, Austria, Finlandia y Suecia) no han establecido un salario mínimo nacional.
Los 21 países de la UE que han fijado salarios mínimos nacionales se pueden dividir en tres grupos principales según el nivel calculado en euros.
Los datos de Eurostat indican que el salario mínimo bruto es de entre 400 y 600 euros mensuales en nueve países ubicados en Europa central y oriental, mientras que en siete países principalmente del área noroeste (Luxemburgo, Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Irlanda y Luxemburgo) los trabajadores reciben más de 1.500 euros mensuales.
Cinco Estados miembros de la UE (Portugal, Grecia, Malta, Eslovenia y España) se encuentran en un nivel intermedio, con salarios que oscilan entre los 740 euros (Portugal) y los 1.050 euros (España). En los dos extremos opuestos se sitúan Bulgaria, el país con el salario mínimo más bajo (312 euros) y Luxemburgo, con el nivel más alto (2.142 euros).
El salario mínimo nacional en Reino Unido es de 1.599 euros.
Dentro del grupo de Visegrado, Eslovaquia es el segundo país con el salario mínimo más alto (580 euros), después de Polonia (611 euros). En la República Checa, la cifra es ligeramente inferior (575 euros), mientras que en Hungría el salario mínimo es de sólo 487 euros.
Estos datos parecen indicar que el salario mínimo más alto en la UE es casi 7 veces superior al más bajo. En realidad, los analistas afirman que esta disparidad se reduce considerablemente si tenemos en cuenta los diferentes niveles de precios en los distintos países de la Unión. Por tanto, si eliminamos las diferencias de precios, el salario mínimo más alto es 3 veces superior al más bajo.
En los últimos 10 años, los salarios mínimos han aumentado en todos los Estados miembros de la UE, excepto en Grecia, donde han disminuido en un 12% debido a las medidas de austeridad introducidas por el gobierno. La tasa de variación media anual de los salarios mínimos fue mayor en Rumania (12,5%) y Lituania (10,1%). También se registraron aumentos significativos en Bulgaria (9,8%), Estonia (7,7%) y Polonia (6,6%).
La nueva Comisión Europea liderada por Ursula von der Leyen ha puesto entre sus prioridades la introducción del salario mínimo en todos los países de la Unión Europea. El comisario europeo de Empleo, el luxemburgués Nicolas Schmit, quisiera establecer un porcentaje común para todos los Estados miembros, y el vicepresidente de la Comisión, el holandés Frans Timmermans, propone fijar este porcentaje en el 60% del salario mensual promedio de cada país.
Sin embargo, estas propuestas encuentran oposición por parte de los países nórdicos, que consideran que una posible directiva europea sobre salarios mínimos fijos sería en contraste con sus convenios colectivos.
_________
Foto: Pixabay CC0
Deja un comentario