Este año los precios de mercado de la electricidad y el gas se han multiplicado por más de diez, según informa el Ministerio de Economía. Las estimaciones actuales indican que los hogares eslovacos experimentarán un aumento del 50% en 2023. Los precios podrían incluso duplicarse si no fuera posible ahorrar un 15% respecto al consumo en 2020.
El primer ministro Eduard Heger dijo que la crisis energética podría costar alrededor de 15.000 millones de euros y tuvo que admitir que aún no se han desarrollado medidas para ayudar a las empresas.
Según un estudio realizado por el Banco Nacional Eslovaco (NBS), un aumento del 50% en los precios de la energía supondría pérdidas importantes para el 41% de las empresas. Con un aumento del 100% de los precios, el 47% de las empresas podrían acabar en números rojos.
La situación sería particularmente grave para las industrias intensivas en energía, es decir, con costos energéticos que representan alrededor del 15% de sus costos totales. Según el estudio de NBS, alrededor del 5% de las empresas eslovacas no podrían compensar el aumento de los precios de la energía con ahorros en otros sectores y deberían aumentar los precios de sus productos.
La economía eslovaca consume relativamente mucha energía en comparación con otros países de la UE, lo que la hace particularmente vulnerable cuando aumentan los precios de la electricidad y el gas. Además, dado que las industrias intensivas en energía son importantes proveedores de otros sectores industriales, el aumento de los precios de la energía tendría repercusiones negativas especialmente en las industrias manufacturera y metalúrgica, los servicios de transporte y almacenamiento y en la industria extractiva.
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Foto: Lablascovegmenu (CC BY 2.0)
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