El acuerdo alcanzado entre la dirección de la planta siderúrgica U.S. Steel Košice y los sindicatos sobre el nuevo convenio colectivo requirió 25 negociaciones.
El contrato anterior había expirado el 30 de junio y, por falta de un acuerdo satisfactorio, los representantes de los trabajadores habían convocado una huelga a finales de julio.
Gracias a la intervención de un mediador seleccionado por el Ministerio de Trabajo y la aceptación de una serie de compromisos por ambas partes, el conflicto parece haberse resuelto el 31 de agosto, según afirmó Juraj Varga, presidente del sindicato OZ KOVO.
El borrador del texto del nuevo convenio colectivo fue elaborado por el Consejo Sindical de OZ KOVO de acuerdo con OZ NKOS, otra organización sindical que opera en la empresa estadounidense.
El documento se centra en tres pilares: empleo, horario de trabajo y salario.
El tema más controvertido fue el horario de trabajo semanal, que la empresa quería aumentar de 35,5 a 37,5 horas. Tras la firme oposición de los sindicatos, el cambio de horario se aplicará solo por razones operativas y por una duración no superior a dos meses; además estará sujeto a la aprobación de los sindicatos, explicó Varga. Los trabajadores deberán recibir una suma equivalente al 11,2 por ciento del salario por hora. La posibilidad de ampliar la jornada laboral no afectará a los trabajadores asignados a las tareas más pesadas.
Los empleados de U. S. Steel han estado trabajando desde principios de año con turnos semanales limitados. Desde mediados de abril han acordado con la dirección de la empresa una compensación salarial que ha aumentado del 60% al 80% del salario por los días de estancia en casa por falta de trabajo, es decir debido a obstáculo por parte del empleador.
El acuerdo no prevé ningún aumento salarial para este año, dada la situación crítica del mercado del acero y las dificultades encontradas por la compañía en los últimos meses, provocadas por el impacto de la pandemia en el sector metalúrgico a nivel mundial.
También se ha alcanzado un compromiso en el ámbito de los despidos colectivos, que incluye la protección de los trabajadores próximos a la jubilación.
La acería, que actualmente emplea a unas 10.500 personas, de hecho ha planeado reducir 2.500 puestos de trabajo para finales de 2021 para enfrentar la crisis del mercado del acero.
El año pasado, 1.400 empleados dejaron su trabajo tras alcanzar un acuerdo con la empresa. El pasado mes de abril la dirección y los sindicatos acordaron el desembolso de una suma de hasta 18 salarios medios mensuales para todos los trabajadores dispuestos a dimitir. La medida está dirigida a los jubilados que han aceptado seguir trabajando, así como a los empleados que tienen menos de tres años para jubilarse y han trabajado más de 35 años en la acería.
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Foto: usske.sk
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