“Últimos días en La Habana” ganó el Festival de Málaga

El filme “Últimos días en La Habana”, del director cubano Fernando Pérez, fue galardonado como mejor película iberoamericana del Festival de Cine en Español de Málaga. El jurado del certamen concedió la Biznaga de Oro, un galardón cuyo nombre proviene de la biznaga malagueña, la flor que simboliza a la ciudad andaluza.
La película, que narra una historia sobre amistad y prejuicios, consiguió otros dos galardones: el de mejor actriz de reparto para Gabriela Ramos y el del público.
Por primera vez ocho producciones latinoamericanas participaron en la competición del XX Festival de Málaga Cine en Español (FMCE). Esta muestra cinematográfica, celebrada anualmente en el mes de marzo o abril, se ha consolidado como la principal plataforma de la industria cinematográfica de España y, a partir de 2016, del mundo latinoaméricano hispanohablante.
La historia está ambientada en el corazón de La Habana de hoy y se centra en una pareja de amigos: Miguel (Patricio Wood) y Diego (Jorge Martínez, quizás en su mejor caracterización).

Ambos pasan las últimas jornadas de su vida dentro de un angosto y destartalado cuarto de Centro Habana y viven rodeados de una galería de sugestivos personajes. Miguel sueña con huir a New York, a la espera de un visado que no llega. Diego solo sueña con vivir, a pesar del SIDA, y libera toda su energía desde el camastro en que vive. Cuando finalmente llega la visa, el destino coloca a todos ante una extraña decisión.
El largometraje fue presentado en Cuba durante el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y en la edición 67 del Festival de Cine de Berlín.
La película de Pérez nos acerca a la cotidianidad de la Isla, “se mete dentro de las venas de la sociedad cubana”, como declaró Jorge Martínez, a través de una obra narrativamente sencilla, que toca temas universales como la amistad, los prejuicios y la relatividad de valores morales.

El cineasta cubano presenta un drama para nada pesimista, contundente en sus planteamientos y defensor de los mejores valores humanos, sin caer en los estereotipos o la caricatura.
Pérez apunta a que el espectador, al principio, sienta prejuicios con la historia presentada, pero en el transcurso de la acción modifique su actitud y no juzgue la conducta de los personajes, sino que los entienda.
Los sonidos y las piezas musicales escogidas, como es habitual en la producción del cineasta, no resultan meros acompañamientos, teniendo cada uno la fuerza de actores.
Con “Últimos días en La Habana”, Pérez ha realizado una película redonda y conmovedora, ante la que el espectador no podrá permanecer indiferente.

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Foto: Twitter, Cubadebate, Havana cultura

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