La empresa automovilística alemana ha puesto en marcha la producción masiva de vehículos eléctricos: en septiembre presentó en el Salón de París I.D., un coche con una autonomía entre 400 y 600 km y la capacidad de manejar solo.
Esta es la respuesta de Volkswagen al escándalo dieselgate y a la competencia del modelo Tesla 3 y el Opel Ampera-e, cuya autonomía es de 345 y 400 km, respectivamente.
Mientras que la compañía anuncia una tercera «era Volkswagen» después del Escarabajo y Golf, 23.000 empleados serán despedidos en Alemania. La nueva línea de producción requiere, de hecho, un número de trabajadores inferior a la producción de vehículos diésel y gasolina. Sin embargo serán 9.000 los nuevos puestos de trabajo creados en la cadena de suministros.
En Eslovaquia, en las plantas de Bratislava, Martin y Košice serán contratados a 2.000 empleados y se utilizarán algunos robots.
Volkswagen tiene la intención de convertirse en el líder mundial en la movilidad eléctrica y apunta a vender, en 2025, un millón de coches eléctricos al año.
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Foto: Pixabay
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