Volkswagen renuncia a la inversión en Turquía y podría ampliar la planta de Bratislava

El otoño pasado, el fabricante de automóviles alemán interrumpió sus planes de inversión en Turquía debido al empeoramiento de la situación militar después de las operaciones turcas en el noreste de Siria.
La nueva planta, con una capacidad prevista de producción de 300.000 automóviles, debía servir como centro de producción para Volkswagen en el Medio Oriente y otros mercados vecinos y absorber la producción de la planta alemana de Emden, destinada a la fabricación de vehículos eléctricos.

La decisión de no construir una planta de producción en Manisa, cerca de Izmir, ahora está siendo respaldada por las difíciles condiciones del mercado mundial de automóviles. El colapso de la demanda, de hecho, hace que el aumento de la capacidad de producción sea innecesario y económicamente contraproducente, ni se espera una recuperación rápida, dijeron los ejecutivos de Volkswagen a algunos medios alemanes.

Detrás de la decisión, sin embargo, también podría haber una motivación política además de la económica, tras las críticas que llovieron sobre la compañía alemana. La inversión de 1.300 millones de euros habría brindado apoyo indirecto al presidente turco Erdogan, con el cual el CEO de Volkswagen, Herbert Diess, había llevado a cabo negociaciones para la apertura de la nueva planta.

¿Qué podría implicar para Eslovaquia este cambio de rumbo en la estrategia comercial del grupo de Wolfsburg? Los analistas industriales creen que es posible una expansión de la producción en la planta de Bratislava, con la llegada de los modelos Passat y Superb. Se trataría de una diversificación de la producción actual, con un aumento significativo en la capacidad de producción de la planta y mayores oportunidades de trabajo.
Por lo tanto, la planta de Bratislava produciría modelos de autos de clase media, que quizás no son los más populares en el mercado, pero cuentan con un número estable de compradores y con un plus que consiste en la versión híbrida y eléctrica en ambos casos.

La filial eslovaca del fabricante de automóviles alemán no confirma ni niega esta noticia, publicada por varios medios especializados, simplemente declarando, a través de su portavoz Lucia Kovarovič Makayová, que la compañía no comenta sobre «la posible asignación de productos por una cuestión de principios».

De toda manera, la planta de Bratislava sigue siendo un candidato potencial, dado que la producción de nuevos modelos se distribuirá en las plantas existentes, según lo declarado por la propia empresa matriz. Dada la incertidumbre que domina el mercado del automóvil, los analistas creen que el desplazamiento de la producción de Passat y Superb a Bratislava podría satisfacer los criterios de eficiencia mejor que la construcción de una nueva planta.

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Foto: volkswagen.sk

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